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miércoles, 16 de julio de 2014

El mito del Lago de Cristal












  Durante casi cien años, en lugares exóticos de Azeroth se cuenta una leyenda urbana sobre un misterioso lago entre los senderos del Bosque Elwynn. Dicen que en ese misterioso lago había una casa frente a él, habitada por una familia orgullosa de sí misma y agradable.
Pero poco a poco la familia iba disminuyendo cada noche por algo misterioso que nunca se llegó a encontrar. Primos, hermanos , tíos, abuelos e incluso hijos perecían siempre en el mismo sitio a la luz del amanecer... Siempre frente a las orillas del lago de Cristal.
Tras morir la familia entera, la casa aún persiste abandonada... vecinos y guardias reales que permanecen a la luz del alba y oyen cómo gritos y llantos provienen del lago. Nadie se atreve a adentrarse en él por miedo de que algo paranormal se le acercase y le convirtiese en uno de los que perecieron desagradablemente.
Una joven aventurera se adentró ahí. Los guardias les advirtieron que sucedía de noche. Pero renunció y se adentró...; tras una música de fondo se escuchaban los adornos de los cazasueños viejos y oxidados , rebotando sus tenebrosas melodías a través del eco en todo el lago.
Al entrar en la casa oscura de suelo raspado y sucio, lleno de telarañas y manchas de sangre seca, fue despacio, armada y con lámpara en la mano y subió a la planta de arriba.
Nicht observó el lugar abandonado, las sillas y mesas rotas... ventanas sucias, arañazos en las puertas... Notando una brisa gélida en su cara. Todas las puertas estaban abiertas menos una...que permanecía cerrada y ponía en ella con sangre y arañazos: <<Don`t enter>>
La aventurera abrió la puerta y vio junto a sus amigos 5 niños haciendo un pentágono y uno más en medio. No se movían ni respiraban ni parpadeaban; miraban a la cama simplemente, donde se encontraba una mujer ahorcada llorando sangre y , con cara de dolor, mirando al cielo. Se echó atrás y bajó las escaleras. Escuchó un ruido que bajaba por ellas. Asustada, corrió, ya que la bestia era humana sobrenatural de brazos largos con el pelo medio corto que tapaba su rostro. Al verse al descubierto, su boca era enorme y sus ojos se fueron hacia atrás hasta desaparecer, su mandíbula cayó al suelo y su cuello crujiente se quedó de un lado corriendo como un animal y una rapidez sobrenatural iba tras ella. La señora de la muerte consiguió escapar al amanecer y la bestia permanecía donde descansaba su cuerpo sin vida.
Años después, actualmente, la casa permanece donde el hecho ocurrió.
Celia Aragón Valdivia 2ºB

 

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