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martes, 22 de febrero de 2011

El mito de Apolo y Dafne

   Dice la mitología griega que Eros (cupido), siendo uno de los blancos de las pesadas bromas de Apolo, decidió vengarse de él. Como escarmiento, decidió dispararle una flecha de oro para que éste cayera rendido en brazos de Dafne, una ninfa, mientras que a ella la enfiló con otra saeta hecha de plomo, que producía el efecto contrario.
   Durante un largo periodo de tiempo Dafne fue perseguida por Apolo, el cual intentaba conquistarla con amorosas súplicas, que ella rechazaba. En cierto momento de la historia, en el río Peneo, poco  antes de que fuera alcanzada, Dafne, se encomendó a Zeus pidiéndole ayuda, y éste la transformó en laurel. Apolo, al ver a su amada convirtiéndose en un inmóvil árbol, se apoyó en sus raíces para llorar desconsoladamente. En ese momento, en un arrebato de furia, lanzó al aire una frase bastante singular: "Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria".



   Uno de los reconocidos como poetas esenciales de la Lírica española del Renacimiento dedicó un soneto al momento de la transformación de persona en árbol que sufre Dafne. Es el “Soneto XIII”.  Garcilaso de la Vega.

            A Dafne ya los brazos le crecían,
            y en luengos ramos vueltos se mostraba;
            en verdes hojas vi que se tornaban
            los cabellos que el oro escurecían.

            De áspera corteza se cubrían
            los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
            los blancos pies en tierra se hincaban,
            y en torcidas raíces se volvían.

           Aquel que fue la causa de tal daño,
           a fuerza de llorar, crecer hacía
           este árbol que con lágrimas regaba.

           ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
           ¡Que con llorarla crezca cada día
           la causa y la razón porque lloraba!

   Al realizar un análisis profundo del poema, se puede apreciar que en el primer cuarteto predomina lo humano (rojo) sobre lo vegetal (verde) ya que parece que lo humano rodea a lo vegetal como si lo abrazara; mientras que en el segundo sucede lo contrario y lo vegetal predomina sobre lo humano, lo que da la sensación de que la transformación está ocurriendo en el acto.



   Esta escena también ha servido como fuente de inspiración a escultores de la talla de  Lorenzo Bernini que realizó una de sus mayores esculturas titulada “Apolo y Daphne”. Ésta se encuentra expuesta en la Galería Borghese, de Roma. En la escultura se aprecia con un gran detalle cómo los brazos de Dafne se convierten, empezando por la punta de los dedos, en ramas y su torso pasa a ser el tronco de un árbol poco a poco.





Apolo y Daphne(Apolo y Dafne)
obra de Bernini          

   Nuestro instituto se llama “Laurel de la Reina” precisamente por una interesante historia que relaciona a La Zubia con la reina Isabel La Católica. Se cuenta que en uno de los ataques de los soldados de Boadbil, Isabel buscó amparo tras un frondoso laurel, conocido desde entonces como “El laurel de la reina”. cerca de donde se encuentra el ya nombrado Laurel se ha construido el edificio que alberga el instituto. Nuestro periódico digital se llama “La voz de Dafne”, un título que mantiene una conexión directa entre el mito griego y la historia de la Reina, ya que en las dos historias, uno de los papeles principales lo juega el árbol del laurel, pero más exactamente se llama así por recordar la llamada de auxilio que realizó Dafne a Zeus.

                                                        Alberto Ramos, 3º C