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sábado, 15 de junio de 2019

Mugnos - Escudero. Una familia impulsada por el amor a los libros.

Por Sofía Ruibal (biznieta de Jorge Leonidas Escudero)



Jorge Leonidas Escudero, poeta argentino

"Jorge Leonidas Escudero nació en San Juan en 1920 y falleció en febrero de 2016 en la ciudad capital de la provincia donde vivió toda su vida. Abandonó sus estudios de agronomía y se dedicó a la minería. Durante años buscó oro y metales preciosos en las montañas de su provincia. Comenzó a publicar a los cincuenta años. Poemas suyos y referencias a su obra aparecen en diarios y revistas del país y del exterior. Obtuvo primeros premios en varios concursos e importantes distinciones de entidades culturales nacionales e internacionales. La Fundación Argentina para la Poesía lo destacó como Miembro de Honor por la Provincia de San Juan y la Municipalidad de dicha ciudad lo distinguió por su trayectoria cultural. El Honorable Senado de la Nación le otorgó el Diploma de Honor. La Universidad Nacional de San Juan le concedió en 2007 el título de Doctor Honoris Causa. En 2016 la Cámara de Diputados de su provincia lo declaró ciudadano ilustre (post mortem). Poemas suyos se encuentran en lugares públicos, como el grabado en piedra en el Monumento al Minero, en la plaza de la ciudad de La Toma, en San Luis.  En 2011 recibió una Mención del Premio Nacional de Poesía Durante el mismo año Ediciones En Danza editó el volumen Poesía completa, que incluye todos los libros publicados por el poeta hasta 2010. En 2015 recibió el Segundo Premio Nacional de Poesía, otorgado por el Ministerio de Cultura de la Nación."
                                                                                        https://www.edicionesendanza.com.ar




Sofía Ruibal, 3ª por la derecha, en el IES Laurel de la Reina, con compañeras de clase.

                                                                                   

El primero en sentir esta fuerte atracción por los libros fue mi chozno Francisco Mugnos. Él transmitió ese sentimiento a su hija Margarita, mi tatarabuela, que llegó a ser una destacada maestra y escritora. Su nieto, mi bisabuelo Jorge Leonidas Escudero, hijo de Margarita, fue el gran poeta que, a los 50 años comenzó a publicar y, desde entonces, creó una obra singular en busca de la “palabra única”.
Jorge Leonidas Escudero convirtió parte de su casa en un museo que guarda piezas de minerales y distintos objetos hallados en la Cordillera de los Andes. Su obra completa trascendió a nivel local, nacional e internacional y obtuvo importantes premios.


Familia del poeta Jorge Leonidas Escudero
Los Mugnos, su familia materna, vivió en Argelia. Tenían animales, araban y cultivaban granos. Su padre, Francisco, conoció a Monsieur Lefebvre, un hombre francés que le transmitió su pasión por los libros. Desde entonces, pasó su tiempo libre leyendo.
A la izquierda,  Francisco Mugnos. A la derecha su nujer, Matilde Gálvez
Su apellido español cambió (de Muñoz a Mugnos) cuando el registro civil de Argelia lo inscribió con la ortografía francesa. Ella fue una excelente relatora. Su hija Margarita (madre de Jorge Leonidas Escudero) escribió las historias que ella le narraba.
Matilde Gálvez con sus hijos y nietos 

Francisco ingresó en la Legión francesa y combatió en la guerra de Indochina. Cuando ésta terminó regresó a su pueblo y conoció a Matilde Gálvez. Al poco tiempo se casaron en Sidi-Bel-Abbés. Tuvieron cinco hijos: Elisa, Teodoro, Margarita, Carmen y Argentino.
Diez años después, Francisco viajó a Argentina y luego Matilde junto a sus hijos. Cuando llegaron al puerto de Buenos Aires en 1900, Francisco la esperaba para tomar un tren hacia la ciudad de San Juan, ciudad donde establecieron su residencia.


Margarita Mugnos, madre de Jorge Leonidas Escudero
Margarita Mugnos 
Margarita Mugnos

Margarita junto a sus alumnos

Destacada docente y escritora. Ejerció como profesora en distintos establecimientos educativos. Su libro insigne es La Maestrita de los Yarcos (1957), un trabajo que describe la educación y la sociedad de los años ‘20 y ’30. Además, publicó: Entre Pedregales (1922); La Mujer Sanjuanina (1930) y San Juan. Historia de su Cultura (1810-1862), entre otros. También colaboró con Ricardo Levene, en su obra Historia Argentina.
En 1920, el educador y escritor uruguayo José Chirapozu la convocó para formar parte de la Asociación de Maestros Sarmiento. También fue miembro de la Junta Provincial de Historia y representó a San Juan en el Congreso Americano de Civismo en 1976.
Año 1915. Enlace de Margarita Mugnos y José Leonidas Escudero 

Se desconoce cuándo llegaron los primeros inmigrantes Escudero a Argentina pero se sabe que tienen sus orígenes en Burgos, España.
El matrimonio tuvo cuatro hijos: Lidia Matilde (Lili), María Margarita (Chiquita), Nelly Mercedes (Morocha) y Jorge Leónidas (Chiquito).
Jorge Leonidas Escudero. El hijo ilustre.

Barreal. San Juan. 1940
Barreal. San Juan. 1940

Año 2006. El escritor junto al ex decano de la UNSJ 
(Universidad Nacional de San Juan) quien 
le entrega el título de Doctor Honoris

           A principios de la década del ’50, Jorge Leónidas Escudero conoció a Rosa Álvarez Yanzi, una joven que solía visitar a su amiga que vivía a pocos metros de la vivienda de la familia Mugnos - Escudero. Cada vez que Rosa iba, Leónidas salía a su encuentro.
Se casaron en el año 1953. Durante los próximos dos años, nacieron sus dos hijas: Ana Alicia y Rosa Marcela. La primera le dio tres nietos: Daniela, María Verónica y Federico Olivera Escudero. Daniela, la mayor de sus nietas, se casó en España y tuvo una hija: Sofía Ruibal Olivera. Yo, Sofía, única bisnieta del escritor, soy quien escribe este artículo gracias a la iniciativa de Miguel Ángel Moreno Cazalilla, mi profesor de Lengua del I.E.S Laurel de la Reina, situado en La Zubia, Granada.
4/9/ 2015. Jorge Leonidas junto a sus hijas
durante la celebración de su 95º 
cumpleaños y presentación del libro 
"Andanzas mineras II: doce poenas vivos". 
       Lo recuerdo sentado en su biblioteca rodeado de libros, escribiendo a máquina y contándome historias fascinantes de nuestra familia y, también, de sus andanzas por la cordillera. Siempre modesto, cariñoso, cercano y poseedor de una mente brillante y privilegiada. La distancia me impidió disfrutar el día a día junto a él pero, al haber tenido una comunicación continua, siempre resonarán sus palabras llenas de amor y sabiduría.
Tuvo una vida sobria alejada de los grandes círculos de escritores. Viajó poco, no buscó lugares externos sino ocultos.Su poética establece vínculos no sólo con la región que él conoció en profundidad (pequeños pueblos de valles y caseríos de montañas) sino también con los pobladores de esa región a los que dedica siluetas biográficas-humorísticas e irónicamente moralistas escritas en una sintaxis rota, compleja, elocuente y original.
Su poesía marcó nuevos lenguajes y formas de escritura basándose en tres pilares en los que erige toda una reflexión acerca de la búsqueda del ser: los amigos, el amor y el juego.Cultivó una libertad en la lengua castellana pocas veces vista en poesía. Quería expresar lo más íntimo. Esa es su ars poética. Sentía la necesidad de escribir en tonada forzando a las palabras a que sean leídas como “suenan” en el habla sanjuanina. Así, en lugar de alejar al lector, causa un efecto de atracción, obligando a pronunciar esa palabra en voz alta. Es que ya lo sabemos: un verso para que sea válido necesita decirse en voz viva. Así, con sus líneas, supo asombrar y emocionar a los lectores plasmando, como ninguno, la esencia de la sociedad y de la vida.
Sofía Ruibal (biznieta del poeta) y Natalia Gutiérrez,
alumnas del IES  Laurel de la Reina 

Este buscador incansable de oro y de palabras, falleció el 10 de febrero de 2016. Su patio florido de malvones y parras comenzó a echarlo de menos. Las prolijas vitrinas que durante años guardaron sus tesoros, no encuentran a quién dio, humildemente, las mejores explicaciones de ellas. Su gran biblioteca, ese espacio que hoy alberga la vida de mi bisabuelo, quedó en silencio esperando ser trasladado y recreado en un espacio público, pues su patrimonio es un legado que no sólo pertenece a su familia sino a toda la sociedad. 
Lejos de tristezas, la montaña celebra el reencuentro con él, con este pirquinero que durante años buscó en sus entrañas sin saber que los tesoros no estaban en ella sino en las palabras que le dedicaría a través de los años. Nunca dejó de nombrarla: la montaña fue para él su eterna enamorada.
¡Que viva la poesía! Y la obra de mi bisabuelo.

Obra poética de Jorge Leonidas Escudero

Poetas
La poesía viene y yo comedido
me ofrezco de puente para que llegue a otros.
Ella en el mundo de las analogías busca
relaciones ocultas y me las dicta.

Y es difícil ser fiel porque uno mete
palos de ciego, ocurrencias, vacío.
Ella aspira ha hermosura
de fondo y forma, quel poema dé
chispa y se hunda en tierra-tiempo donde
se pierda la firma del que transcribe.
Es que soñaste ser creador
pero la poesía te usa abusa
de tu ignorancia y te hace creer que sí,
quel poema es tuyo cuando sos
el muñeco del ventrílocuo Sol
Viento Camino Cielo Amor y Dolor.

Apriete
Atiéndanme a esto que les digo aunque
antes ya lo dije, pero
sean buenos porque necesito
compañíaneste asunto.

Que otra vez fui a dormir a campo abierto
y al despertarme al rato veo
al cielo echado sobre mí.
La Cruz del Sur clavándome el pecho,
las Tres Marías ciñéndome la frente y
un lucero espantoso apretándome la garganta.

E me exigían hablara que qué relación
tenía con sus esplendores,
que si sentía la inmensidá en mí,
la presión del Universo, dijera algo.

Cerré ojos y estuve desvelado
pensando que les decir qué
si no sabía nada de nada. Pero musité:
Señoras estrellas yo soy un humilde
buscador de piedras que vine a la montaña
y soy inorante de vuestras grandiosidades.

A otra cosa

¿Pongámonos bien la vida
que nos pusimos del revés?
En vez de alimentar historias de plomo
digamos cosas fáciles.

En vez de hacer de perro del hortelano,
o llorar a la luna porque no nos quieren,
echemos pájaros en el jardín de las preciosidades.

Probemos saludar a desconocidos
a ver si aparece el amor,
pues qué delgado está el mundo,
qué pálido, y necesita apoyo.

Aventa una palabra uno y afecta
al tiempo futuro;
por eso hay que hablar con cuidado
y sonreír más.

Pongámonos bien la vida a ver qué pasa,
pues así como estamos se han desequilibrado
los bancos de las plazas
y si no intervenimos
¿a dónde va a ir la gente a tomar aire?


Del amor

Todo lo escrito aquí es añejamiento,
de suerte que en mi estaba escondido
y hoy lo saco a la luz. Digo solamente:
el amor es una planta que si la cultivo
se seca;
es convivir sin compromiso,
no tiene futuro, es de ya a ya,
son gustos compartidos, actos y es sabido
que la belleza no va con la figura.

Podría seguir con más lindezas
pero se me atraviesa esta verdad de Perogrullo:
todos necesitamos amar y ser amados.

Masquisiera un final algo florido
ya que el amor es poesía.
Para esto adhiero a una sabiduría antiquísima
y suspiro:
Las abejas no saben por qué van a las flores
y las flores no saben por qué atraen a las abejas.



Cuchicheo de estrellas

¿Adónde voy? No sé si llegue
pero voy.
Anduve recogiendo piedritas
a ver si alguna me decía, por fin, 
que hallé oro y me volví rico y…
¿Qué vas a hacer ahora?

Y basta ya de esperanzas muertas,
ahora me dedico a escarbar en el papel
a ver si encuentro la palabra esa
que huye y se esconde,
se me atraganta en la mano
y justo antes de decirla
termina en nada.

Me pasa como allá en la montaña
cuando dormía a cielo abierto
y las estrellas cuchicheaban entre ellas:
Pobrecito,
dejará de buscar cuando se muera.
_____________
Fuente: “La Tía Margarita” de Manuel Trías; diversos libros, artículos, entrevistas y testimonio familiar (y personal) de Jorge Leónidas Escudero. Fotografías archivo familiar Sofía Ruibal.

domingo, 9 de junio de 2019

Novelas Ejemplares



El trabajo sobre las Novelas Ejemplares de Cervantes ha sido realizado por los alumnos 3ºESO de Lengua y Literatura con su profesora Paqui Hidalgo. Ha consistido en grabar y editar un vídeo sobre una novela ejemplar leída en el que se han comentado y analizado los personajes, relación entre ellos, temas, narrador, estructura, marco,...

Ha sido una experiencia educativa en la asignatura de Lengua y Literatura magnífica dentro del programa ComunicA.

Se ha valorado el haber leído y entendido la novela y la capacidad para explicar el argumento y la valoración de la misma. También han sido valoradas la capacidad para trabajar en equipo y la creatividad.

El resultado ha sido el siguiente:

La fuerza de la sangre:






La gitanilla:




Rinconete y Cortadillo:






El casamiento engañoso:










viernes, 12 de abril de 2019

Arco Iris Morado, primer premio "Allende"

   
    Nuestra alumna Lucía López Payá, de 2º ESO D, obtuvo el primer premio de la categoría "Allende" en el 14º Certamen de Relato "Francisco José Rodríguez Jiménez" organizado por la cooperativa hortofrutícula Granada-La Palma, de Carchuna, en el que participaron un total de 2500 estudiantes de la costa y la provincia de Granada.


     En la entrega de premios, asistieron el presidente de Granada-La Palma y representantes públicos; en el concurso literario han participado 2500 obras de 25 centros escolares. Esta actividad social busca "promover valores y motivar a los jóvenes a descubrir aficiones como la escritura o la lectura".


     











     Lucía López Payá, alumna de 2ºD del IES Laurel de la Reina, recibió el primer premio de Relato Corto en la categoría "Allende" (alumnos de 1º y 2º de ESO) con su obra titulada "ARCO IRIS MORADO". Todo un orgullo para nuestro Centro Educativo. ¡¡Enhorabuena, Lucía!!


jueves, 7 de marzo de 2019

Día Internacional de la Mujer



8-M DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER. EL FEMINISMO ES DECENCIA

NUEVAS FORMAS DE SER HOMBRE Y DE SER MUJER


La igualdad de género es un valor indiscutible de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por los dirigentes del mundo en 1945. En ella aparece claramente reflejado que es una responsabilidad de los distintos Estados la protección y el fomento de los derechos humanos de las mujeres. Pero también es una responsabilidad individual.


Todas las personas, hombres y mujeres, somos víctimas del machismo, se nos ha educado en él y tenemos un papel y una responsabilidad en su erradicación. Las personas debemos conocer todo lo negativo que trae esta manera de entender el mundo, concienciarnos sobre la necesidad de cambio y ser capaces de llevarlo a cabo. Hemos de desmontar tanto la masculinidad como la feminidad tradicionales, transmitidas por la sociedad desde la familia, la escuela, los medios de comunicación, la publicidad…





Masculinidad tradicional.

Los valores y comportamientos considerados masculinos son:

- heterosexualidad,
- fuerza, violencia,
- autoritarismo,
- fuerte libido sexual,
- inexpresividad emocional,
- conductas de riesgo (vida y salud).

Las consecuencias del seguimiento de estos valores y conductas son:

- privilegios masculinos y negación de los derechos de la mujer.
- continua demostración de la virilidad (“no soy una mujer, no soy homosexual”).
- no permite a muchos hombres pensar y expresarse en libertad puesto que elimina de la experiencia masculina gran parte del espectro de emociones humanas y solo se permiten las consideradas masculinas.
- el fracaso en alguno de los aspectos enumerados les impulsa a la violencia ya que no se les educa para enfrentarse a sus temores. Así, tienen nombre de varón el mayor índice de suicidios, el consumo de drogas, las enfermedades cardiovasculares, la menor esperanza de vida y el 90% de los delitos.

Feminidad tradicional.

Los valores y comportamientos considerados femeninos son:

- heterosexualidad,
- pasividad, debilidad,
- deseo sexual contenido,
- reproducción y cuidados,
- expresividad emocional,
- belleza.

Las consecuencias del seguimiento de estos valores y conductas son:

- dependencia femenina,
- desvalorización de la mujer en muchos ámbitos, como el trabajo o la casa: sueldos inferiores por los mismos trabajos, trabajos de cuidados no remunerados. Por ejemplo, el 84% de las personas cuidadoras no remuneradas son mujeres,
- admiración hacia lo masculino y aceptación de la violencia,
- misoginia interiorizada (crítica y desprecio a otras mujeres por su vida sexual, aspecto físico, logros o edad), rivalidad entre mujeres.
- educadoras que transmiten valores discriminatorios.

Pero al igual que se nos enseñan unos valores cuyo seguimiento no hace que el mundo sea mejor, se deberían transmitir otros más justos y beneficiosos para la sociedad en general y que no buscan una feminización del hombre ni una masculinización de la mujer sino un punto de encuentro donde quepan hombres y mujeres.


Nuevas formas de masculinidad

- antisexista,
- antihomofóbica,
- expresividad emocional,
- paternidad responsable,
- no a las conductas de riesgo.

Las consecuencias del seguimiento de los nuevos valores son:

- disminución de la violencia,
- ampliación de la gama de emociones consideradas masculinas,
- respeto a distintas orientaciones sexuales, (la homosexualidad no se entiende como un peligro para la masculinidad),
- implicación en los cuidados, educando a los hijos en la no violencia y a las hijas en la no dependencia.

Nuevas formas de feminidad

- antisexista,
- antihomofóbica,
- maternidad responsable (educar a los hijos en la no violencia y a las hijas en la no dependencia),
- sororidad (ayuda entre mujeres en contextos de discriminación sexual)
- independencia.

Las consecuencias del seguimiento de los nuevos valores son:

- independencia,
- igualdad,
- educadoras en valores igualitarios,
- amistad y respeto entre mujeres.

Esta nueva manera de valorar se conseguirá si cada persona, hombre o mujer, combate el machismo en su propio entorno.

martes, 21 de noviembre de 2017

Patrimonio de La Zubia (preparación)

Los alumnos de 3ºESO y PMAR del IES Laurel de la Reina preparan la visita al Patrimonio de la Zubia. Colabora Javier Peregrina, agente de Turismo del Ayuntamiento de la Zubia, con la selección de textos. Con Miguel Ángel Moreno, Francisco Iglesias y Ricardo Vicente, dentro del Programa ComunicA, abordamos el tema del patrimonio local con la preparación de los textos de los monumentos que después veremos.
Textos e imágenes, historia y literatura, arte y tradición, religiosidad y monumentos: nuestro pueblo.


Patrimonio de La Zubia


viernes, 9 de junio de 2017

La metamorfosis

Dibujo de  María Ros

Un día, desperté por culpa de los primeros rayos de la mañana que se habían colado por los agujeros de las persianas  y decidieron reflejarse en mi rostro. Podría parecer un día como otro cualquiera, pero yo sabía que algo era diferente.
Me había levantado muy aturdida y mareada por culpa de un sueño muy extraño, pero lo raro es que, pese a que la luz en la habitación era muy tenue, veía mejor de lo que lo había hecho en toda mi vida .
Lo siguiente que me causó extrañeza fue las largas y afiladas uñas que habían crecido en mis dedos que habían desgarrado todas mis sábanas y cojines. Pero, cuando me dirigí al espejo, casi caigo desmayada por el asombro. En mi cabeza, donde antes sólo había unos cabellos negros y muy rizados, habían aparecido unas orejas de gato de un color canela. Mi cara y gran parte de mi cuerpo comenzaban a cubrirse de un pelaje del mismo color que las orejas con líneas de un tono más oscuro. El color marrón que caracterizaba a mis ojos se había transformado en un tono amarillo verdoso, como el de una uva y su forma, anteriormente redonda, había aumentado mucho de tamaño.
Intentaba hacer las cosas que solía hacer con soltura, pero no podía; incluso coger cualquier objeto me resultaba anómalo, como si nunca lo hubiera hecho. Intentaba hablar, pero las palabras quedaban encerradas en la prisión que hay en mi garganta. Cada vez me sentía menos humana, notaba la necesidad de perseguir ratones, beber leche y rasgar las cortinas.
Entonces entró mi padre, tan normal y humano como lo había sido siempre. Al verme, primero gritó como si intentaran matarle, y tras eso, se acercó, pensando que todo aquello era una alucinación. La situación se complicaba; el bello en mi cuerpo se multiplicaba, crecían largos y finos bigotes bajo mi nariz, que comenzaba a achatarse, y mi columna se sentía rara, como si ya no quisiera estar sobre dos patas .
Mi padre, aún en estado de shock y sin saber muy bien qué hacer, cogió una escoba y me dio ligeros golpes para que me fuera, y nunca he sentido una sensación de rechazo tan profunda; era como si fuera un simple gato callejero, aunque también crecía en mí un sentimiento de culpa al ver la cara atemorizada de mi padre y todo lo que le estaba haciendo pasar aquella mañana .
Entonces desperté, y me di cuenta de que todo había sido una mala jugada de mi mente, que, al parecer, había estado muy aburrida mientras yo dormía.
                                                    María Ros 3ºESO-D

                 
Dibujo de María Ros

Abro los ojos lentamente, como cualquier mañana, pero mi cuarto no se ve de la misma manera y no siento el pelo en mi cara como suele pasar. Decido mover mis manos para frotarme los ojos, pero lo único que siento son una especie de palitos muy finos. Al ver esto comienzo a asustarme un poco. Decido levantarme para ver lo que está pasando y lo que veo no me gusta mucho, lo que antes era mi pelo, ahora son un par de antenas. Mi sorpresa no se queda aquí, lo que se ve en el espejo no soy yo, sino una enorme mariposa. Tengo sentimientos encontrados, pero lo único que se me ocurre hacer es gritar. Mis padres llegan corriendo a mi cuarto y lo que mejor se aprecia en su cara es el color blanco, que les ha inundado. Me vuelvo a examinar en el espejo, para ver si todo esto es verdad y se observan dos alas gigantes de un color azul oscuro y púrpura. Nada en mi es como antes, lo único que conservo es el color marrón de mis ojos. La verdad es que no salgo de mi asombro y por un momento me planteo que todo puede ser un sueño, pero me pellizco y  me doy cuenta de que todo es demasiado real. Decido calmarme para no ponerme de los nervios y pienso que si me he levantado con aspecto de mariposa será porque tengo que aprender a volar.


Mercedes Funes



Dibujo de María Ros
Yo estaba despertándome para ir al instituto, pero algo cambió en mí; mi madre se asustó al verme y se fue a contárselo a mi padre. A mi alrededor, todas las cosas me parecían muy grandes. Cuando fui al servicio, me vi en el espejo y vi que tenía pico y plumas; al ver eso, pensé que era un sueño, pero no era verdad; tenía pico, plumas y dos patas con garras muy afiladas. En ese momento, fue cuando mi madre dijo que era un águila y fue a comprar pollitos troceados para mi desayuno. Al final, me convertí en persona porque me habían quitado el mal de ojo; sin embargo, me hubiese gustado seguir siendo un águila

Adrián Molina 








jueves, 1 de junio de 2017

Cuentos de Tolstoi


 El perro muerto, de L. Tolstoi.

 
Jesús llegó una tarde a las puertas de una ciudad e hizo adelantarse a sus discípulos para preparar la cena. El, impelido al bien y a la caridad, internóse por las calles hasta la plaza del mercado.
Allí vio en un rincón algunas personas agrupadas que contemplaban un objeto en el suelo, y acercóse para ver qué cosa podía llamarles la atención.
Era un perro muerto, atado al cuello por la cuerda que había servido para arrastrarle por el lodo. Jamás cosa más vil, más repugnante, más impura se había ofrecido a los ojos de los hombres.
Y todos los que estaban en el grupo miraban hacia el suelo con desagrado.
- Esto emponzoña el aire - dijo uno de los presentes.
- Este animal putrefacto estorbará la vía por mucho tiempo - dijo otro.
. Mirad su piel - dijo un tercero -; no hay un solo fragmento que pudiera aprovecharse para cortar unas sandalias.
- Y sus orejas - exclamó un cuarto - son asquerosas y están llenas de sangre.
- Habrá sido ahorcado por ladrón - añadió otro.
Jesús les escuchó, y dirigiendo una mirada de compasión al animal inmundo:
- ¡Sus dientes son más blancos y hermosos que las perlas! - dijo.
Entonces el pueblo, admirado, volvióse hacia El, exclamando:
- ¿Quién es éste? ¿Será Jesús de Nazaret? ¡Sólo El podría encontrar de qué condolerse y hasta algo que alabar en un perro muerto...!
Y todos, avergonzados, siguieron su camino, prosternándose ante el Hijo de Dios.
El perro muerto, de Tolstoi. Ilustración de Elena Porcel.

Los melocotones, de L. Tolstoi.
 El music (campesino ruso) Tikhon Kuzmitch, al regresar,de la ciudad, llamó a sus hijos.

—Mirad -les dijo- el regalo que el tío Ephim os envía.

 Los niños acudieron: el padre deshizo un paquete.

—¡Qué lindas manzanas! -exclamó Vania, muchacho de seis años-. ¡Mira, María, qué rojas son!

—No, probable es que no sean manzanas -dijo Serguey, el hijo mayor-. Mira la corteza, que parece cubierta de vello.

—Son melocotones -dijo el padre-. No habíais visto antes fruta como ésta. El tío Ephim los ha cultivado en su invernadero, porque se dice que los melocotones sólo prosperan en los países cálidos, y que por aquí sólo pueden lograrse en invernaderos.

—¿Y qué es un invernadero? -dijo Volodia, el tercer hijo de Tikhon.

—Un invernadero es una casa cuyas paredes y techo son de vidrio.

El tío Ephim me ha dicho que se construyen de este modo para que el sol pueda calentar las plantas. En invierno, por medio de una estufa especial, se mantiene allí la misma temperatura.

—He ahí para ti, mujer, el melocotón más grande; y estos cuatro para vosotros, hijos míos.


—Bueno -dijo Tikhon, por la noche- ¿cómo halláis aquella fruta?

—Tiene un gusto tan fino, tan sabroso -dijo Serguey- que quiero plantar el hueso en un tiesto; quizá salga un árbol que se desarrollará en la isba .

—Probablemente serás un gran jardinero; ya piensas en hacer crecer los árboles -añadió el padre.

—Yo -prosiguió el pequeño Vania- hallé tan bueno el melocotón, que he pedido a mamá la mitad del suyo; ¡pero tiré el hueso!

—Tú eres aún muy joven -murmuró el padre.

—Vania tiró el hueso -dijo Vassili, el segundo hijo -pero yo lo recogí y lo rompí. Estaba muy duro, y adentro tenía una cosa cuyo sabor se asemejaba al de la nuez, pero más amargo. En cuanto a mi melocotón, lo vendí en diez kopeks; no podía valer más. Tikhon movió la cabeza.

—Pronto empiezas a negociar. ¿Quieres ser comerciante? iY tú, Volodia, no dices nada! ¿Por qué? -preguntó Tikhon a su tercer hijo, que permanecía aparte.

—¿ Tenía buen gusto tu melocotón?

—iNo sé! -respondió Volodia.

—¿Cómo que no lo sabes? - replicó el padre- ¿acaso no lo comiste?

—Lo he llevado a Grincha -respondió Volodia-. Está enfermo, le conté lo que nos dijiste acerca de la fruta aquella, y no hacía más que contemplar mi melocotón; se lo di, pero él no quería tomarlo; entonces lo dejé junto a él y me marché.

El padre puso una mano sobre la cabeza de aquel niño y dijo:

-Dios te lo devolverá.
Los melocotones, de Tolstoi. Ilustración de Sandra Barrales.
La Bella Durmiente. Cómic realizado por Ana Rodríguez Martínez.