Una niña siria nace con una herida de metralla en la frente.
Su madre fue víctima de un bombardeo pocas horas antes de dar luz en Alepo.
A veces se perciben leves alientos de vida en medio de la muerte, odio y guerra. Amal es un bebé milagro en toda regla. Y que su madre vaya a poder cuidarla, sin duda, es otro milagro.
La pequeña Amal, que significa "esperanza" en árabe, iba todavía en el cuerpo de Amira cuando un bombardeo la hirió. La metralla le atravesó el vientre a la mujer y fue necesario hacerle una cesárea. La sorpresa de los médicos fue comprobar que el bebé traía un trozo de metal en la frente.
Amal podrá decir que fue herida de guerra antes de nacer, y podrá contarlo.
Todo ocurrió el pasado 18 de septiembre en la vivienda familiar de la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.
Amira sufrió heridas en el rostro y en el cuerpo y pudo llegar junto con otros tres hijos al hospital Mashfa al Midani.
Virginia Pérez 4ºB
La Zubia
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