Amelia Escalona Felipe 4ºA
El proyecto includ-ed aporta evidencias
de que se pueden atender a las necesidades específicas de niños con discapacidades sin
separarlos del resto, con la formación de pequeños grupos heterogéneos que interactúan y cuentan con la ayuda de un adulto que
los apoya a todos y no solo a ellos.
Ahora nos preguntamos, ¿es posible
incluir al alumnado con discapacidad en aulas ordinarias y conseguir
avances positivos en sus socializacion y aprendizaje? ¿es posible conseguir esta inclusión y que el alumnado sin discapacidad también se vea beneficiado por ella?
La investigación includ-ed, realizo
veinte estudios de caso de centros educativos de éxito en
diferentes países europeos.
Pensemos el caso de una niña sorda.
Una opción podría ser contemplar la escolarización ordinaria pero reservando algunas franjas horarias, de forma individualizada y
separada, para aprendizajes específicos que esta niña necesita,
como la lengua de signos y la incorporación de un intérprete de esa
lengua en el aula para hacer de intermediario en la comunicación.
Las escuelas que están consiguiendo
mejores resultados en inclusión optan por una organización alternativa de los recursos humanos existentes que les permite
atender a un colectivo diverso de alumnos, sin necesidad de
segregación. En estas escuelas se vita que el alumnado salga del
aula de referencia para ir al aula de Educación Especial; se
intenta, siempre que sea posible, que el profesorado de Educación
Especial entre en el aula.
En algunos centros educativos, cuando
se plantean reorganizar sus recursos para ayudar a todo el alumnado,
no se cuenta solo al profesorado u otros profesionales , sino también
al propio alumnado y a la comunidad en la que la escuela se inserta.
Estas actuaciones responden a las formas de participación de la
familia y la comunidad que Includ-ed ha identificado como formas de
participación de éxito, es decir, aquellas que contribuyen a
mejorar los resultados de aprendizaje y de convivencia del alumnado.
Una de estas formas consiste en incluir
a miembros de la comunidad en las actividades de aprendizaje del
alumnado. Lo que ha mostrado tener resultados muy positivos para el
alumnado con discapacidad son los grupos interactivos ( Gatt,
Puigdellívol y Molina, 2010)
En estos grupos el alumnado, se agrupa
de forma heterogénea, para maximizar las posibilidades y diversidad
de interacciones de ayuda y aprendizaje entre ellos, Cuando hay algún alumno con discapacidad, la ayuda que en cualquier grupo interactivo
se da entre el alumnado con un mayor nivel de competencia y el que
tiene un menor nivel se traslada también hacia este alumnado.
Los grupos interactivos son por tantos
y una forma de inclusión que genera recursos para atender a las
necesidades específicas de este alumnado, sin necesidad de separarlos en un aula distinta.
Poder contar con la ayuda de compañeros
de diferentes capacidades ayuda a una mayor integración de todos.
Artículo de revista Cuadernos de Pedagogía.
Fuente: |
No hay comentarios:
Publicar un comentario