David Molina López y
Miguel Ángel Marín Urbano
La construcción de los
estadios de Brasil de cara al Mundial de 2014 sigue
dando mucho de qué hablar. El último problema ha tenido que ver con
las goteras que sufre el estadio más caro de los doce que albergarán
el campeonato: el Estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia
con un coste de 371 millones de euros tiene filtraciones en el techo
a menos de ocho meses después de ser terminado, un nuevo problema
preocupa a los organizadores del campeonato.
Secopa, la agencia gubernamental que opera dicho estadio, le
pedirá a la compañía que lo reconstruyó que explique la razon por
la que hubo partes del techo que dejaron pasar agua en el amistoso
del fin de semana pasado entre las selecciones de fútbol femenino de
Chile y Brasil. En dicho choque, las filtraciones de agua llegaron a
provocar severos problemas anegando varias zonas del estadio.La prensa presente en el estadio aseguró que casi toda la parte baja de las tribunas estaba inundada pese a que Secopa minimizó el problema, diciendo que las filtraciones no eran serias: “Debido a que es un estadio nuevo, grandioso y complejo algunos puntos están siendo corregidos y controlados, pero no hay nada que comprometa el funcionamiento del estadio o la posibilidad de albergar eventos en el lugar”, dijo Secopa en un comunicado.
El estadio de la capital Brasilia es el más caro de los doce que albergarán el Mundial de 2014. Costó más de 508,99 millones de dolares (371 millones de euros, aproximadamente) y albergará seis partidos durante el torneo, entre ellos un Portugal-Ghana uno los encuentros de los cuartos de final y el partido que decididirá el tercer puesto. El estadio se inauguró en mayo y, un mes después, albergó el partido inaugural de la Copa Confederaciones entre Brasil y Japón.
Por desgracia, las filtraciones no son el único problema que ha tenido Brasil con sus estadios. El más graves de todos tuvo lugar en noviembre, cuando el desplome de una estructura de metal del estadio del Corinthians provocó la muerte de dos trabajadores en Sao Paulo. Por desgracia, cinco personas han muerto ya mientras lo constrían. Además, la falta de financiación para la construcción del estadio de Coritiba podría provocar que las obras no estuvieran terminadas antes del Mundial.
Ahora, un nuevo problema en el estadio más caro del Mundial vuelve a sacar a la luz los problemas que está sufriendo Brasil con sus recintos deportivos. Desde el gobierno central se asegura que antes del 12 de junio estaran listos todos los estadios pero las dudas empiezan a surgir según pasan los meses y las informaciones que llegan no hacen más que generar sombras en un país en el que el fútbol es una religión.
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