Mujeres y profesoras del IES Laurel de la Reina |
Por todas las que
fueron, estuvieron y lucharon y por las que estamos y las que estarán.
Un haz de voces
silenciadas a lo largo de la historia, ahogadas en el peso de una
sociedad de patriarcado extendida a todas las culturas y a todas las
épocas, enmudecidas, llevando el peso de la casa, de los hijos y de
un necesario trabajo, en condiciones míseras, en el que se sufría
incluso acoso…
Unas voces que
rompieron su silencio aquel ocho de marzo de 1857, en plena
revolución industrial, para reivindicar y alzar por vez primera su
voz contra las tremendas aberraciones que padecían en la fábrica
textil en la que trabajaban en Nueva York. Desde aquel momento, el
susurro despertó y fue poco a poco pidiendo derechos, unos derechos
que le fueron negados por el mero hecho de ser mujer, mujer
necesariamente discreta, sumisa, pulcra, dulce, bella...un florero, un
perchero, un trapo.
Sin voz ni voto, sin
nada que las reconociera como capacitadas para opinar en la sociedad; en
efecto, el voto femenino estuvo vetado en todos los países; en España,
en 1924, se permitió el voto femenino con restricciones; sólo podían
votar en elecciones municipales aquellas mujeres mayores de 23 años
emancipadas. Quedaban excluidas al voto las casadas y las
prostitutas.
Hasta 1931 no se
aprobó este derecho en nuestro país; en otros, fue incluso más
tarde; en Estados Unidos, el sufragio universal total no se dio hasta
1965 (desde 1920 podían ejercer su derecho al voto las mujeres de
piel blanca).
Y queda camino y
quedan voces que tienen que alzarse; es necesario concienciar a las
instituciones que han acallado a todas aquellas grandes de la
historia que desconocemos porque no se les reconoció su fantástica
labor: escritoras, pintoras, escultoras, científicas, seres
maravillosos que vivieron sus días lejos de la fama y el
reconocimiento que disfrutaban sus contemporáneos masculinos.
Y quedan muchos
silencios que gritar: que se rapten a día de hoy 150 niñas como
esclavas sexuales para un ejército, ante los ojos de un mundo al que
no parece importarle más que el coche que se conduce o la casa que se tiene; hay que dejarse la voz, que nos escuchen, que tenemos mucho
camino por andar, que mañana pueden ser 200 niñas, vidas
destrozadas en la barbarie del que se cree superior.
Grita hoy conmigo, desgañítate, pierde el miedo, que retumbe tu voz en medio de la
sinrazón.
Eres mujer, toda una
mujer, ni más ni menos, grítalo.
Mónica Domingo
Fernández
Profesora IES Laurel de la Reina
Profesoras y alumnas (IES Laurel de la Reina): ORGULLOSAS DE SER MUJERES |
Antigua alumna y madre |
Profesoras orgullosas de ser mujeres |
D |
Alumnas del IES Laurel de la Reina: Mujeres de La Zubia |
No hay comentarios:
Publicar un comentario