Mi cuento de hadas
se acaba de terminar.
Tú, verdugo de mis sentimientos,
le has quitado las alas
al ángel de nuestros sueños.
Has hundido mi ser
con todos tus desprecios.
Hoy, tus manos encadenan mi libertad,
y entre rosas secas muere nuestro amor.
Sangre y sangre navega entre
las mejillas de mi miseria.
Hoy, cenicienta de mi verdugo,
muero apuñalada, y entre mis brazos,
muere conmigo la única esperanza
de este sueño maldito, mi hijo.
Sólo espero que mi tormenta
sea la cárcel de tus recuerdos.
Lidia Rodríguez Alba
Poema dedicado a la "VIOLENCIA CONTRA LA MUJER"
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