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jueves, 20 de junio de 2013

La misma moneda


-Un día al atardecer, iba dando un paseo por la calle en dirección a el mirador de san Nicolás y sin darme cuenta se me deslizaron las llaves de mi casa por el bolsillo y cayeron al suelo, una mujer que andaba a diez metros detrás de mi las vió y las cogió, vino a preguntarme y en cuanto me tocó el hombro me di la vuelta y nos quedamos mirándonos como si de un flechazo se tratara. Tenía una mirada negra como el carbón que me incendiaba por dentro pero sabía que no tenía que dejar escapar esta oportunidad de enamorarme por primera vez. Estuvimos hablando un rato , nos preguntamos los nombres , de donde somos y hasta el numero de teléfono. Nos despedimos con un simple “ ya nos veremos”.

Pasó el tiempo y ella no me llamaba, pensé que se había olvidado de mí, que no me llamaría, que todo había quedado en algo que pudo ser pero al final no fue.

Cuando ya casi me había olvidado de ella , me llamó , me dijo :“ siento haber tardado tanto en llamarte, he estado muy ocupada ¿te apetece que quedemos en el café fútbol mañana a las 6 para hablar? ”. Yo no me lo pensé y respondí que si.

Llegué al sitio a las cinco y diez intrigado por volverla a ver. Llegó la hora , estaba muy nervioso , ella se hacia esperar y yo cada vez más nervioso. Pasó una hora y ella seguía sin aparecer , yo empecé a desesperarme, creía que me había dejado plantado. Cuando me iba a ir , la vi aparecer , me acerqué a ella y le vi la cara , tenía el ojo morado y el labio rajado. Me contó que su exnovio le había pegado y que necesitaba ayuda. Le dije que se quedara en mi casa a dormir y que no tuviera miedo.

Lo dejamos pasar, ella ya no tenía miedo y seguía durmiendo en mi casa , lo que me llevaba a pensar que esto podría llegar a algo. Ella , un día me dijo que había empezado a sentir algo por mí , yo le respondí con lo mismo , los dos nos sonrojamos y nos acercamos lentamente hasta que nuestros labios se cruzaron en un gran beso apasionado.

A los días su exnovio volvió , el sabía que estaba durmiendo en mi casa y quería explicaciones , yo le dije que se marchara pero era más grande que yo y mas corpulento , me respondió con un fuerte puñetazo en la nariz que me dejó inconsciente y fue a por ella , la cual quedo también inconsciente de la brutal paliza que había sufrido.

Decidimos denunciarlo a la guardia civil, cuando salió el juicio lo condenaron a quince años de cárcel , nosotros comenzamos una bonita relación en la que a los dos años nos casamos y a los siete tuvimos un hijo.

Pasaron quince años , nuestro hijo tenia 6 años, ya se nos habían olvidado todos esos malos momentos que vivimos , eramos muy felices , pero un día venía mi mujer de comprar en el supermercado, y cuando llegó al portal , dejo las bolsas en el suelo y sacó las llaves del bolso , entró en el portal y allí estaba su exnovio sentado en la escalera con un puñal en la mano , el cual se levantó como una fiera y se abalanzó sobre ella , la cogió del cuello y la estampo en la pared , le deslizó la lengua por su cuello y le susurro al oído “ fue lo peor que hiciste” . Fuertemente le hincó el puñal en el costado dos veces , la tiró al suelo y la dejó desangrándose , él huyó del sitio lo más rápido posible.

Yo supe perfectamente quien había sido e intenté dedicarme a mi hijo y a seguir adelante . Pero al pasar un año y medio me enteré de que este hombre, el asesino de mi mujer , tenía novia y un hijo con dos meses y entré en una rabia de la que no puede salir e hice el error más grande de toda mi vida , ya no era yo , ya era un hombre buscando venganza el juicio de la muerte de mi mujer no había sido todavía con lo cual este hombre estaba imputado por lo que un día me dirigí a su casa por la noche con un puñal en la mano, forcé la cerradura y entré a su casa , me senté en el sillón como un loco , pensaba en hacerlo o no hacerlo, pero en un arrebato le quise quitar lo que el me quitó a mi y lo que yo mas quería , su mujer. Fui a su dormitorio y les mojé la nariz a los dos con cloroformo , me lleve a la mujer al salón y le apuñale por el costado brutalmente pensando en lo mal que lo pasaría este hombre al día siguiente al despertarse . Le escribí una nota y se la dejé en la mesa donde maté a esta mujer en la que le puse “ has dejado a mi hijo huérfano” .

En ese momento me di cuenta de lo que había hecho y que no pensé en mi hijo , el cual llevé a una casa de acogida , lo dejé en la puerta y toqué el timbre. Yo no podía cargar con todo esto y decidí suicidarme.

Hoy cuento esta historia desde otro lugar arrepintiéndome de todo lo que hice.


Sergio Montañés 3ºD

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