Es bueno que los niños y jóvenes jueguen al ajedrez (y mucho mejor en el instituto). Practicar el ajedrez mejora el rendimiento en matemáticas y lengua.
Vídeo de una partida de alumnos de 2º ESO:
Sobre un tablero se puede aprender geometría, coordenadas, lógica, nociones espaciales múltiples, ecuaciones. El ajedrez, de forma lúdica, es una herramienta "motivadora" para el estudio. Se aprenden valores como la paciencia, la concentración, el silencio, el respeto hacia el otro, la ética y la honradez.
El jugador ha de tener claro el movimiento de todas las piezas (Geometría), debe anticiparse y calcular múltiples jugadas (probabilidad), el valor de las piezas (aritmética), conseguir el objetivo final con el jaque mate (orientación espacial y temporal).
Los niños ejercitan la mente sin saberlo porque, durante una partida, el jugador está constantemente resolviendo problemas y trabajando el razonamiento lógico.
Debe saber ganar o perder y aceptar las normas del juego, se relaciona con los demás y al final, da la mano al adversario en la partida, pero amigo en el aula.
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