CONCURSO DE MICRORRELATOS DE TERROR IES Laurel de La Reina 2019/20
Este curso hemos iniciado un concurso de microrrelatos que se contextualizó en el tema del terror debido a las fechas próximas del Día de Difuntos en que se produjo.
El Departamento de Lengua Castellana agradece la participación del alumnado, ya que ha habido numerosos textos de gran calidad, así como la de los compañeros que han ayudado a que haya resultado un éxito. ¡Muchas gracias!
Así pues, se presentan aquí los ganadores y finalistas. ¡Esperamos que os gusten!
Ganadores
1º Ciclo (1º
y 2º ESO)
Había
conseguido despistarlas, por fin un momento de tranquilidad. Ah, por
cierto, me llamo Miguel Ángel Fernández. Aquellas monjas estaban
locas, ¿por qué me perseguían? Era un misterio. Todo empezó en
aquel extraño monasterio. En realidad era un monasterio como
cualquier otro, pero ese día tenía un aspecto de lo más
espeluznante. Bueno, el caso es que yo, como todos los viernes por la
tarde, había ido allí a rezar. De repente se oyó un ruido muy
grave, como un trueno, solo que menos fuerte. En seguida todas las
monjas del monasterio se pusieron a mirarme de forma extraña.
-¿Os
pasa algo?- Les pregunté.
No
respondieron, o eso creo, porque salí de allí enseguida. Obviamente
ellas me siguieron, pero no paré en ningún momento. Ahora mismo
estoy en un claro en un bosque y a lo mejor puedo establecer contacto
con la policía, los bomberos o incluso mi madre.
Ángel
Jiménez Sánchez 1º ESO C
2º
Ciclo (3º y 4º ESO)
Me
gusta jugar a un juego: adivino quién está vivo y quién no. Por
ejemplo, tú estás escuchando o leyendo esto, estás vivo, pero la
persona que hay detrás de ti, no.
Paula
Roldán Gómez 3º ESO A
3º
Ciclo (1º y 2º BACH)
El
escondite
Mamá
me ha dicho que vamos a jugar al escondite. Soy muy bueno
escondiéndome pero creo que a papá no le gusta. A veces cuando
llega a casa empieza a gritar a mamá preguntando dónde estoy. Desde
mi escondite oigo cómo se le caen las cosas cuando intenta
encontrarme. Creo que papá es un poco patoso jugando al escondite.
Escucho como mamá llora; no se le da bien jugar y por eso se pone
triste. Hoy papá está realmente enfadado. Le escucho en la cocina.
Está revolviendo los cajones con cuchillos (esos que no me deja
abrir). Es un poco estúpido buscar ahí; yo nunca cabría dentro.
Ahora es mamá la que grita...tal vez tiene miedo de no poder
encontrarme esta vez. ¡Oh! Papá se está acercando, (sé que es él
porque sus pasos son más pesados que los de mamá). Está justo a mi
lado, ¿me habrá encontrado?
Laura
Vargas Hernández 1º BACH
Finalistas
Una noche más se repetía la rutina. El niño se despertaba llorando
aterrorizado:
-¡Míralos mamá, se acuestan en mi cama! Quiero que se vayan.
Y una vez más, como cada noche desde hacía ya mucho tiempo, con
infinita ternura, su madre lo consolaba:
-Tranquilo, ya te he dicho muchas veces que en realidad son los vivos
los que nos temen a nosotros.
Lucía
Molina González 3º ESO B
Ángel
Negro
Hacía un tiempo que sentía que algo no iba bien, notaba unos ojos
seguirme, analizarme. No estaba segura de que esa sensación fuera
real, pero ahora lo sabía, en este preciso instante veía a quien me
había atormentado todo este tiempo. El reflejo del cristal lo
delataba, encapuchado, en la seguridad de la oscuridad observaba
imperturbable cómo supuestamente dormía.
En todo ese tiempo nunca lo había descubierto; cuando notaba su
gélida mirada sobre mí, no había nadie detrás. Me entró un
escalofrío, ¿y si no se había percatado de que lo veía? Algo
cambió en él, en un movimiento se colocó sobre mí y susurró:
-Llegó tu hora.
La respiración se me cortó, un dolor entró en mi pecho, en pocos
segundos todo se volvió negro…
-Tenemos que encontrarlo- Decía el inspector, inquietado, a su
compañero frente a la mujer con los pulmones fuera del cuerpo.
Lucía
Sánchez Plata 1º BACH
El
bocadillo
-¡No puedo dejar de mirar el reloj! Cinco minutos más y tendré el
bocadillo en mis manos. Esa jugosa carne humeante con la salsa que
empapa el pan. Echo un vistazo a la clase. ¡Qué pesadilla de
alumnos! ¡A ver si se gradúan ya! Uff, me rugen las tripas. Los
últimos minutos siempre se me hacen eternos.
Los del año pasado eran brillantes y tiernos. Los eché de menos
durante el verano. ¡Nunca disfruté unos tan buenos!
-Mando callar a los alumnos mientras sacan sus meriendas. ¡Otra vez
esos dos no traen nada! Empiezo a preocuparme.
- Suena la campana y salgo apresuradamente hacia la cafetería. ¡Por
fin en mis manos! Pego un primer bocado y al masticar noto algo raro.
Saco un piercing de entre la carne. ¡Qué recuerdos! Era buena en
física. Pego otro bocado. Sin duda lo que hace único al Laurel es
que los profesores se quedan con lo mejor de cada alumno graduado.
Esomé
Azusta de Maciado 2º BACH Ciencias