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jueves, 21 de enero de 2016

Comentario personal: Ardor guerrero, Antonio Muñoz Molina

Ardor Guerrero, de Antonio Muñoz Molina.
"Ardor Guerrero" comienza en la infancia de su autor, Don Antonio Muñoz, cuando oía de sus familiares la experiencia vivida en la mili.
Toda la adolescencia le cambia el día que le llega la carta para hacer la mili. Fue destinado a uno de los lugares más peligrosos en aquella España antigua, el país Vasco.
Las malas experiencias vividas se incrementan al ser un socialista y estar en contra del servicio.
Tras unos largos y duros meses en los que sus comienzos con las armas no fueron provechosos, fue
nuevamente destinado a la compañía de Cazadores de Montaña de Sicilia 67.
Sus estudios en mecanografía consiguieron que las prácticas las hiciese como secretario del brigada Peláez, con el que llegó a tener una asentada amistad por ser ambos Jienenses.
Más fuerte fue su amistad con el otro secretario, Pepe Rifón, que aguantó después del servicio militar.

Comentario personal

El libro comienza con sus recuerdos de la infancia en el que guardaba con especial cariño todos los recuerdos de su tío. Es un comienzo, como en la mayoría de los libros, que no tiene emoción. Te hace contrastar los recuerdos de su tío con los suyos cuando ha terminado el servicio militar obligatorio.
La tensión del libro comienza cuando es destinado al que entonces era la comunidad más belicosa, pues todos los días los periódicos amanecían con fotografías de militares muertos a manos del grupo terrorista ETA. Este es el primer duro golpe que Don Antonio Muñoz, autor, tiene que superar. El siguiente es la despedida y el largo viaje en tren, en el que los pensamientos que relata dan una idea de
Antonio Muñoz Molina.
lo dura que fue la Mili.
El autor es jienense y el contraste climatológico es lo primero que le afecta. Los recién llegados eran llamados "conejos" y sufrieron las tradicionales novatadas.
Los relatos de sus primeros meses transmiten al lector tristeza, meses en los que tuvo que aprender las órdenes militares, la agobiante rapidez para vestirse y los robos de sus compañeros. Da una imagen del servicio militar muy mala. Fue trasladado al regimiento de Cazadores de Montaña en el que, por fin, consigue librarse del uso de armas, pues le nombraron secretario del brigada Peláez.
El brigada Peláez es una persona muy honesta y leal y sobre todo, lo que más gusta de su carácter es la empatía con los más nuevos. 
También conoció a su compañero con el que entabló una amistad, amistad que acabó cuando meses después se fue. 
Antonio Muñoz era socialista, lo cual no gustaba a los militares. Su nuevo compañero, Pepe Rifón era de Ultra Izquierda, teniendo pensamientos que en ocasiones eran obsesivos. 
El libro hace excesivo incapié en la lentitud del tiempo en la mili que hace ver lo duro que era el servicio. Un gran libro apto para adolescentes con inquietud por conocer el servicio que su padre realizó.

Alejandro Vílchez Iglesias, 4ºC
Iván Navarro Gómez, 4ºC

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