GANADORES DEL CONCURSO DE NARRACIONES LITERARIAS
Los ganadores del concurso son los siguientes:
1ºESO A: Alba Hernández Lachica
1ºESO B: Roberto Izquierdo Frolov
1ºESO D: Gloria Vargas de la Torre
4ºESO E: Candela Rodríguez Morales
ELLA
(Candela Rodríguez Morales)
Dicen que hay personas que te marcan la vida y ELLA, sin querer, lo hizo conmigo. Recuerdo cuando la veíamos llegar con su eterna sonrisa, ese pelo enmarañado y las gafas en la punta de la nariz. ¡Qué graciosas sus originales botas de agua a conjunto con su paraguas, y esa gabardina roja, que tanto le favorecía! Su voz pausada insistía en hacernos aprender esa difícil asignatura.
Una mañana de otoño se acercó, como todos los días, a nuestro grupo de amigas y, sin esperarlo se dirigió a mí. -"¡Candelilla, Candelilla! Tienes que aprender inglés, en un futuro me lo agradecerás. Me ruboricé, no sabía qué decir, porque me dio vergüenza y mis compañeras empezaron a reírse. De pronto, todas nos quedamos pasmadas, porque Pilar, ni corta ni perezosa, se acercó y me dio un abrazo. Un abrazo por cierto que jamás olvidaré. En ese momento no le di importancia, pero ahora que lo pienso, cuánto valoro esas palabras y sobre todo, la paz que sentí al refugiarme en sus brazos.
Siempre dando buenos consejos, ayudando a todos los alumnos, contando chistes y haciendo las clases muy amenas. En definitiva, una mujer muy especial, ELLA, la seño Pilar. ¡Qué fácil es que un día de sol pase a ser lluvia y que una carcajada se convierta en lágrima! ¡Qué difícil para un niño entender la muerte! ¿Cáncer de mama? ¿ELLA? Me imagino que lucharía con todas sus fuerzas, me imagino que dejaría grandes recuerdos en cada una de las personas que la conocieron. Me imagino que si hay cielo, allí estará. Me imagino que ELLA vivió feliz... Nunca te olvidaré, seño Pilar. Gracias al destino por hacer que mi camino se juntara con el tuyo, que se cruzara con ELLA...
MIRIAM, MI MEJOR MAESTRA
(Roberto Izquierdo)
La mejor maestra que he tenido se llama Miriam, si es verdad que fue de párvulos y uno siempre guarda mejores recuerdos de esos cursos, pero pienso que fue la base de que ahora soy como soy y de las notas que saco. Yo quiero ser humilde, pero la verdad es que saco buenas notas. Yo, de pequeño, era muy tímido e inseguro, pero gracias a Miriam perdí esa timidez y aprendí a ser más seguro. Desde el primer día me cayó bien. Estaba nervioso por volver al cole y ella, gracias a sus bromas y cómo nos trataba hizo que me quitara esos nervios. Aparte de que era muy buena y bromista, fue buena profesora, por no decir la mejor de párvulos. Éramos niños muy inteligentes para nuestra edad, nos sabíamos todos los planetas, países y sus capitales, cuadros y autores, sobre todo Van Gogh, su historia y sus cuadros y, pese a que han pasado años todavía recuerdo cosas que aprendí con ella sobre Van Gogh, hasta llegamos a pintar algunos cuadros como La noche estrellada. Éramos el curso más avanzado. Terminamos antes que todos los cursos los libros que dábamos y tocamos matemáticas de primero de primaria. También guardo buen recuerdo de ella porque siempre que la veía me preguntaba que cómo me iba, sobre mi hermana, mis padres, y nunca faltaba un abrazo o un beso de ella. Me dio mucha pena que, por el Coronavirus, no puede visitarla al entrar en el instituto, y el año que viene, si no hay virus, me gustaría volver al colegio y visitarla y que me dé ese abrazo que extraño. Le cogí mucho cariño y creo que nunca me olvidaré de ella.
Ahora mismo, escribiendo este texto, de acordarme de ella, se me saltó la lágrima.
LA HUELLA DEL PROFE ANTONIO
(Gloria Vargas)
En mi vida de estudiante, de entre todos los profesores y profesoras, sin duda, el mejor es "el profe Antonio" (nuestro profesor de 3º y 4º). Y es que el profe Antonio reúne todas las cualidades que se le pueden pedir a un profesor. Es bueno, cariños, amable, te enseña a tratar a las personas con amabilidad, te motiva...
Especialmente me acuerdo de la vez que en tercero nos dijo que íbamos a representar una obra de teatro. Toda la clase nos emocionamos y nos pusimos a gritar. Unas semanas después trajo el guion. La obra se titulaba "El rey Melón". Las "audiciones" las hicimos leyendo los papeles por turnos y, tras una semana o así, Antonio nos dijo qué papel interpretaríamos cada uno. Yo iba a hacer de uno de los bufones y mi mejor amiga del otro.
Antes de ensayar en el escenario teníamos que medio aprendernos el guion, así que cada día cogíamos una hora de clase para ensayar (seguro que pocos profesores lo hubieran hecho).
Cuando ya nos lo sabíamos empezamos a ensayar en el escenario del cole, y a veces en el del Carlos Cano, para ver entradas, salidas, actos... El profe Antonio nos animaba a actuar sin vergüenza, nos motivaba a actuar en público, a soltarnos en el escenario... Nunca nos regañaba por hacerlo mal muchas veces, al contrario, siempre te decía los errores con amabilidad. El profe también ayudaba a las madres con el decorado.
Ya quedaba poco para representar el teatro en público y estábamos nerviosos, pero el profe Antonio nos tranquilizaba y nos daba consejos para no ponernos nerviosos.
Cuando llegó el día tuvimos que ir al colegio con el vestuario para el teatro. Teníamos que representar el teatro por la mañana (para los niños y niñas del colegio) y por la tarde (para familiares y desconocidos). Como por la mañana nos salió genial, fuimos muy motivados a la representación de la tarde, que también la hicimos genial.
El profe Antonio nos enseñó a interpretar metiéndonos en el papel, a colaborar entre nosotros, a disfrutar en cada momento... También me descubrió un arte que nunca había practicado: "EL TEATRO". Desde aquel día que hicimos el teatro supe que me encantaba actuar y ojalá que en el instituto pudiéramos hacer teatros. Y como el profe vio que nos gustó tanto, al año siguiente repetimos.
Siempre llevaremos al profe Antonio en el corazón y será imposible olvidarle porque dejó una gran huella en nosotros.
